
La inmunoterapia no tiene una duración única para todos. Depende del tipo de cáncer, el objetivo del tratamiento y cómo responde cada persona.
En general, puede durar desde algunos meses hasta dos años.
Algunos pacientes reciben inmunoterapia por un tiempo determinado, y otros la continúan mientras esté funcionando y no haya efectos secundarios importantes.
¿Por qué varía tanto?
Porque la inmunoterapia no actúa como un medicamento que “ataca” directamente al tumor, sino que entrena al sistema inmunológico para reconocerlo y combatirlo. A veces se necesita tiempo para ver resultados visibles, pero eso no significa que no esté funcionando.
Mi consejo como oncóloga:
La clave está en el seguimiento constante. Con controles médicos regulares evaluamos si el tratamiento sigue siendo útil y seguro para ti.
La inmunoterapia ha cambiado la historia de muchos tipos de cáncer, ofreciendo respuestas duraderas y una mejor calidad de vida.
Cada cuerpo es único. Cada tratamiento, también.
Juntos vamos a VENCER al CÁNCER!